"Oyes Su, Que haras hoy por la tarde?" me pregunto ella.
Movi los hombros y le dije que nada.
"Es que me gustaria invitarte a la cenaculo de la fe, es ahi donde me ayudaron con la adiccion, no se si quieras ir, mi mama y yo podemos pasar por ti, bueno eso si te gustaria claro."
No tenia otra salida, acepte a ir con ella, Que iva a perder? Sabia que si quedaba sola en casa solo iva a ser peor, me seguiria cortando, pensando en morir, pasaria por un infierno.
Antes que ella llegara, me tome un baño y sin quererlo hacer corte mi brazo, sentia placer al hacerlo mas al final siempre terminaba vacia, nada llenaba mi interior.
A las seis en punto Grecia toco mi puerta. Subi con ella al coche, su mama, la sra. Dalia me sonreo y se presento, era muy amable.
Cuando llegamos el lugar estaba lleno, nos sentamos en medio de las sillas, Grecia me presento con sus nuevos amigos, ellos se presentaron a mi, Wow me caian bien. Paso el tiempo y de una puerta salio un hombre con un microfono y mando que cerraramos los ojos, Grecia me dijo que no importaba si no sabia como hablar y que si no tenia palabras solo me quedara con los ojos cerrados, cuando todo acabo me senti tan bien, senti que un peso enorme se habia ido de mi.
Mas tenia miedo de algo, de llegar a mi casa y empezarme a cortar de nuevo, antes de irme un hombre joven llamo a todos los jovenes, fui con timidez al frente, el nos invito al grupo joven y dijo que el nos ayudaria con cualquier problema.
Me dirijia a la salida cuando el me llamo. Fui y se presento
"Hola, soy el Pastor Fernando, cuido del grupo joven, es usted nueva?"
"Si, Grecia me invito a venir hoy," conteste.
El sonreo,y me pregunto por que problemas estaba pasando, yo le conte todo, sin esconder nada, el oro por mi y de nuevo me senti libre, me invito a seguir llendo, Grecia me dejo en casa y desde ese dia jamas tuve deseos de cortarme o en suicidarme.
